martes, 1 de abril de 2008

Trenes, ciudades, comienzos...





La vida en el tren transcurre sin pausa, los viajeros tratan de quemar el tiempo sin más. Lecturas en el tren, canciones, conversaciones, viajeros solitarios que observan a los demás, olores, tacones por el pasillo, paisajes que quedan atrás, miradas que se cruzan sin poder evitarlo, teléfonos que suenan despidiéndose, caricias olvidadas...
El tren me llevaba lejos de mi casa e incluso de mi vida, que ni yo misma sabía cual era en ese momento, solo sabía que rompía, que apretaba el botón de pause o incluso el de stop para luego darle al play dejando atrás mi vida pasada. Aquel tren me llevaba al encuentro conmigo misma en una ciudad totalmente desconocida para mi, en la que iba a intentar ser feliz, nunca había entendido bien lo que significaba ese concepto, la felicidad era transitoria en mi vida, la que había sido durante tanto tiempo mi verdad, ahora era toda una mentira.
Olía a café, el olor procedía de unos asientos más atrás, era un olor realmente placentero que además me recordaba insistentemente que tenía que estar diez horas más sin fumar, desde hacía mucho tiempo mi mente unía café y tabaco.
Tan desesperada era mi situación? intentaba convencerme de que no, en eso consiste el optimismo en esos momentos, en creer que todo va bien cuando nada funciona.
El viajero que olía a café me gustaba, era un chico serio, estaba como ausente, leía ensimismado un libro que parecía muy antiguo, era un tipo misterioso y con rasgos muy marcados, me intrigaba cada vez más. El tipo, aunque serio y distante me transmitía tranquilidad, justamente la que en esos momentos necesitaba.
Hablamos horas y horas...café, letras, notas, discursos varios me hicieron ver en él a alguien como yo, difícil, complicado, enrevesado y mil sinónimos de persona tan peculiar para ser opuestamente distinta a las personas "normales", alguien me puede explicar lo que es ser normal?
Él cansado de vivir siempre la misma vida costumbrista y aburrida, yo cansada de vivir siempre la misma vida costumbrista y aburrida, acordamos que las costumbres no nos gustaban.
El tren nos llevó a una ciudad en la que los dos estábamos solos, pero no por mucho tiempo

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Inés ya me contarás quien es el tipo misterioso. Me ha gustado la historia, aunque no sé si es inventada o real pero me ha gustado como la has contado.:D

Eric GC dijo...

Chico serio, leyendo libros antiguos, café, notas y letras, debo decir que... ese tío me poooooooone. Jajajaja. Ahora en serio, el relato me ha gustado muchísimo. Sin embargo, no entiendo porqué siempre se dice aquello de: vida costumbrista y aburrida. ¿Qué significa? Yo creo que el mero hecho de vivir ya nos supone una vida llena de sorpresas y contratiempos, por lo que, aburrida no creo que parezca. Es mi opinión. Aunque como ya sabes, yo mismo soy un ser aburrido, ermitaño y huraño. Pero bueno, mis costumbres son las que son y, de momento, no quiero cambiarlas. Así soy, y así puede que sea.

Félix Amador dijo...

Tu relato tiene un tono melancólico que me ha encantado.

Envidio a la gente que lee en el tren y se sustrae de la realidad. Yo lo hago en casa, pero en el tren miro por la ventanilla, siento que viajo, observo a los demás, imagino historias, pero jamás me he podido concentrar en la lectura.

Muy buena la historia. ¿Continúa?

Saludos.

Ah, estás linkada, amiga.

E dijo...

Hay una bella película de Win Wenders, "Alicia en las ciudades". Quizás no tenga relación directa con tu historia, pero hay algo en lo que cuentas que me hizo pensar en ese film de los setentas, un clima, un estado del ser. Saludo, desde lejos.

Lienzo tierra dijo...

Hola Inés! Gracias por tu comentario!!
Visita prometida realizada,y no será la última. Me ha gustado mucho tu blog. He echado un vistazo a tus entradas. Me gusta lo que piensas y lo que escribes. Nos veremos seguro! ;-)

Maya dijo...

La persona de quien hablas, seas tú o alguien salido de tu mente, quizá alguien a quien, cual buen voyeur, seguiste con la mirada, bien podría ser un personaje de Murakami, huyendo de una vida que resultó no ser suya, aunque queja mayor no podría haber. O de Manuel Puig, dando vueltas como un pececito de colores dentro de su pecera. o de algún album de Pink floyd, atrapado en una realidad que no comprnde, no le gusta y no encuentra el camino al tornado, más no a casa, gran error y horror de Dorothy en el Mago de Oz. O....

Bueno, un saludo y ya. Besos

Inés dijo...

Hola Laurita, la verdad es que no es autobiográfico, obviamente tiene mucho que ver conmigo, pero no narra una vivencia mia...ya te hablaré más sobre el tipo misterioso de mi pequeño relato. un beso!

Hola Eric, lo de vida costumbrista y aburrida es un estado, quiero decir que obviamente en el día a día hay cosas geniales que te hacen ser feliz, pero yo misma mantengo unas costumbres porque simplemente me gustan, el problema del que hablo en el texto es cuando las costumbres se convierten en una rutina demasiado pesada y nada agradable. A veces es bueno cambiar de aires, dar un giro y arriesgarse aunque también depende de la personalidad de cada uno/a. Un beso!

Hola Felix! me alegra de que te guste la historia, a mi me gusta viajar en tren y igual leo, que observo a la gente, que miro por la ventana (depende)...
La historia de momento continua en la mente de cada uno/a, aunque puede que más adelante siga con ella. Un beso!

Hola Eduardo! Pues no he visto la película pero lo haré, me quedo con tu frase: "un clima, un estado del ser" es esa la esencia.
Un beso

Hola Mamen! Gracias por tu visita, me alegro de que te guste mi blog, yo también me pasaré por el tuyo! Un beso

Hola Lolita! Gracias a ti también por tu visita, la persona de la que hablo es una descripción de un estado del ser (como bien dice Eduardo) es un estado de ánimo y una historia que acaba y comienza. Puede ser como tu dices desde un personaje de Murakami, de Manuel Puig, de un album de Pink Floyd....puede ser tantas personas y a la vez simplemente una.
Un beso

Inés

ElJuans dijo...

Hola Inés. Yo tambien pienso como tu. Cuando viajo si me propongo leer miro por la ventana y si me propongo mirar por la ventan leo y siempre, siempre cotilleo je.

Menudo nivel teneis, felicidades. OLE con tu relato.
Yo soy más de echar raíces y luchar todos los días contra la rutina. 1 día nuevo, tres cosas nuevas distintas (desde cambiar el trayecto al curro a cambiar la hora de la comida..)

Gracias por visitarme, por lo que he leído en tu blog tenemos gustos parecidos y creo que ahora que ya me funciona la internes me pasare un ratico todos los días.

Por cierto hace poco estuve en Paris y estuve en la cafetería de Amelie y tengo foto.
Increíbles Kalvin y Hobbes.
CIao.

kovl dijo...

hola inés,

chales, que pasó con ese tipo?

me dejaste en suspenso...

esa mística de conocer a alguien me gusta, es más sabroso que cuando al final conquistas; como un maratón, lo divertido es correr y el camino, el llegar y triunfar es como la etapa orgásmica, pero luego? que fue lo bonito? pues el camino...

creo que soy adicto a enamorarme, no a tener pareja, tengo un problema con eso... tuve tres relaciones largas y las que mas he disfrutado son las cortas y destinadas al fracaso...

gracias por visitar mi blog..., andaré por aquí seguido...

;)

bombis y borombis dijo...

mi vida últimamente está atada a un tren que sirve de cordón umbilical con mi otro yo(a cuatrocientros quilómetros de mí), con mi otra mano, con mi otro lóbulo cerebral, que es Bombis, que es mi adolescencia, mis años de estudiante.
esta ciudad nueva me da alegría pero cuando subo al tren para visitar a mi alter ego, hay algo allí que se instala en mi ánimo y me hace sonreir

Inés dijo...

Hola bombis y borombis!! que alegria la mia, al veros por La Bohème...espero que sean muchas las visitas!
Un beso
Inés

Prometeo dijo...

Buenas tardes, Inés. El tiempo es escurridizo y todavía no había podido dejarte unas palabras en tu estupendo blog.

Me ha gustado tu reseña de Cavafis que es toda una leyenda y el viaje a Ítaca es la mejor metáfora de la vida.

También tu escrito sobre el tren. Es un medio apasionante. El tren, encrucijada de caminos; principio y fin de muchas aventuras.

Ánimo, sigue ahí escribiendo y dejando tu huella en cada entrada.

Un abrazo.

Inés dijo...

Hola prometeo! me alegro de que te guste, de acuerdo contigo Itaca es la vida en sí y el tren tiene como magia a inspirado relatos apasionantes.
Gracias por los ánimos.
Un beso!
Inés